Cervecería - bar de tapas junto al Corte Inglés de Nervión. Para aparcar por la zona utilizar los parkings de los centros comerciales aledaños. El establecimiento en cuanto a construcción y decoración es sencillo visto desde fuera, algo más amplio una vez que se entra. Bastantes sillas y mesas en el interior, más que en la terraza exterior. Cumplen su función sin ser demasiado cómodas. La carta correcta en cuanto a variedad, entrantes, pescados, carnes, verduras y montaditos. También tienen carta de cervezas. Pedimos un par de cervezas poco habituales (Desperado y Paulaner), ambas bien frías, la Paulaner de medio litro con su copa correspondiente. Para comer cuatro tapas: Brocheta de rosada y langostinos, solomillo con salsa gaucha, alcachofas con langostinos champiñón y cherry y, por último, solomillo de cerdo con queso de cabra y cebolla caramelizada. Las cuatro estaban buenas, aunque salvo la última, las tres primeras algo cortas de cantidad. Dos chupitos invitación de la casa. La presentación-emplatado sencilla y básica. Adjunto fotografías de todo. La atención por parte de los camareros muy correctos y simpáticos, especialmente José Manuel, que fue quien nos atendió. El precio un poco elevado, aunque sin pasarse, teniendo en cuenta que las tapas van justitas de cantidad. Resumiendo, un lugar recomendable