Bar de barrio, NO adaptado al colectivo PMR, es un bar de barrio de los que quedan pocos, desayunos, tapas y buen vino. Su especialidad son las tapas frias aunque disponen de cocina y algunos entrantes fritos., Taleguillas de tempura rellenas de pisto y queso, croquetas artesanas de puchero y alguna cosa más. De tapas frias, carne mechada, queso y chacinas ibéricas. La carta de vinos es sugerente y el propietario es un curtido en la materia, hijo de bodeguero...la cerveza muy fresa al punto de congelación...además como un extra, pueden conversar de literatura, imprenta, ediciones, pues son unos apasionados de los libros.
Jose Vicente Perez Botella
+4
Una muy buena experiencia. Todo muy agradable y familiar. Trato directo y con recomendaciones de las tapas. Las croquetas de puchero, tortilla de patata o mini pavías de bacalao muy sabrosas. Lejos de locales con muchas aspiraciones pero con lo necesario para pasar un rato agradable charlando y degustando la gran variedad de vinos y tapas.
Lugar agradable y familiar.La comida muy bien hecha.Además entienden de libros,lo que le da a este lugar un aire intelectual muy de mi agrado.Para descubrir
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