Cata 50 tiene un local muy acogedor, con una decoración muy agradable, cuidada y, me atrevería a decir, personal. Os daréis cuenta de lo que digo nada más entréis. Nos sentimos afortunados de haber probado en primicia parte de lo que va a ser la nueva carta del restaurante, donde el nuevo chef, Rafael Pérez Luna, ha creado una serie de platos que, como a nosotros, os van a hacer disfrutar y van a poner a tope vuestros sentidos. Desde los panecillos (de aceitunas negras, de cebolla, o de cereales) hasta el postre, vais a ser partícipes de todo un espectáculo culinario. Os menciono y os dejo unas fotos de lo que fue nuestra cena, maridada con Señorío de Pedraza, Analivia, Ebeia, y PX. Góngora. *** Para comenzar un Tataki de Atún Rojo que estaba marinado con Lima, Naranja y Citronela sobre una cama de Wakame. Presencia y sabor, espectaculares. *** Seguidamente vino un Ajoblanco de Almendra y un toque de Coco. En el centro, unos Gambones con pasta Kataifi, y decorando y aportando su parte, daditos de Aguacate, Granada y Sésamo negro. Deliciosos esos gambones crujientes por fuera, y en su justo punto por dentro. *** El tercer plato que compartimos fueron unos Makis dragón con Salmón, Aguacate y Queso crema, tempurizados, con sus salsas y presentados en su vaporera de bambú. *** La Pata de Pulpo braseada, con un toque de humo, sobre Parmentier Trufado, con Picatostes de Calabaza Caramelizada, era un plato sencillo de elaboración según el chef, pero toda una explosión de olores, sabores, texturas, … *** Para finalizar esta velada, presenciamos el emplatado del Lingote de Presa Ibérica con Migas de Curry y Piña y Ali Oli de Pera. Plato que nos volvía a encantar y a sorprender: el crujiente de esa genial versión de las migas, contrastando con la terneza de una carne de excepcional calidad…¡Triunfo seguro! *** El postre, que no iba a ser de inferior categoría, a partir de uno tan sevillano como una torrija, vino versionado como una Torrija caramelizada con Helado de Mango, Macadamia en Oro y Té Matcha. Un postre para no olvidar, al igual que los platos antecesores. Y todo esto fue posible con la atención, la simpatía y la profesionalidad de Chus. Que desde principio a fin nos estuvo guiando por este viaje por la cocina de Cata 50. Un merecido ¡Enhorabuena!

Conocía el restaurante por referencia pero nunca me había acercado a conocerlo. De entrada la atención es muy buena, las chicas muy simpáticas y te indican cada producto de la carta, por mi parte "lo mejor el salmorejo cordobés, el vino blanco afrutado frío y de plato principal el risotto, los precios son asequibles quizás me faltó algo mas grandes los platos, lo recomiendo para cenas y comidas de grupos grandes pues el local se prestas por el ambiente.