Nos ha encantado! Un restaurante situado muy cerca de la catedral. El servicio fue excelente: rápidos y amables. Recomiendo el salmorejo, la cazuela de langostinos y las croquetas. Por 15 euros por persona más o menos comimos tapas 6 personas, sin duda recomendado!
Es un bar con una comida muy rica, con una mezcla muy bien lograda entre la comida típica sevillana y el estilo gourmet. El ambiente es súper agradable, sobretodo las mesas que están en el exterior. Los mesoneros son muy atentos y serviciales y la atención fue rápida. No hay aparcamiento cerca, ni acceso en coche, pues queda en pleno corazón del centro histórico. Es recomendable ir en transporte público (tranvía), que queda muy cerca andando. Hay acceso para silla de ruedas. Los precios no son muy solidarios, pero están ajustados a la zona donde se encuentra. Hay mesas tanto dentro como fuera del local.
De 3 días que estuvimos en Sevilla, 3 veces comimos en este lugar, siempre nos encontraban un sitio donde sentarnos, nos atendieron muy bien, siento que ya nos reconocían de haber ido y se preocupaban por seguir dándonos la mejor atención.
En cuanto a la comida, estuvo espectacular, probamos un plato diferente cada día y ojalá hubiese tenido tiempo de disfrutar el resto del menú.
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