Ubicación espectacular
Comimos en el salón interior con vistas al mar, sitio tranquilo y poco ruidoso pese a estar el salón lleno.
La comida en general fue buena, probamos buñuelos de bacalao , marinera de anguila entre otras cosas. De plato principal pedimos lubina a la espalda, que no estaba muy sabrosa.
Una pena la falta de personal en sala pero Paco nos hizo sentirnos como en casa y mejorar nuestra experiencia considerablemente.
Nuestra experiencia ha sido inmejorable.El entorno y el ambiente de la terraza tiene mucho encanto. El arroz caldero del Mar Menor servido en la terraza, con esas vistas maravillosas, es algo que no olvidaré jamás!!! Pedimos también un entrecot al punto que estaba perfecto. Volveremos a repetir está experiencia sin ninguna duda!!!
Un grupo de 9 chavales buscábamos un sitio para comer caldero sin irnos demasiado de precio. Probamos a leer la carta en el miramar de la ribera y nos han tratado como si fuéramos de la familia. Nos han invitado a platos (todo buenísimo), nos han echado más arroz de lo que pedimos (sin cobrarlo), nos han dado postres a probar…
El camarero que nos atendió desde el principio nos dijo que si nos quedábamos nos prometían una comida excepcional por un precio a nuestro alcance, y así fue. Además con vistas al mar. Volveremos SÍ O SÍ
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