Restaurante escondidito y acogedor en Santa Coloma de Farners. Con interior y exterior para comer. Sala acogedora i antigua, como ambiente masía, y ruido bastante amortiguado. Las mesas con separación generalmente considerable. La organización de cocina y sala es buena aunque cadavez nos servia alguien diferente. Tanto cocina cómo sala en servir muy bien y bastante rápido, y eso que tenían bastante faena en servir pizzas, ya que son el punto fuerte de este restaurante. Nos pedimos dos pizzas y un pastel de queso casero. Nos trajeron unas pizzas de tamaño considerable. Las masas de ambas pizzas estaban crujientes y con un sabor espectacular, nada de aceleración añadida en la base (el polvo ese amarillo que llevan las masas como en el dominos pizza). Super natural y brutal. Una de ellas era la de 4 estaciones, jamón York, champiñones, aceitunas negras y alcachofas. Pidiéndola con la idea de que los ingredientes estarían separados en 4, vino todo junto, pero aún así estaba buenísima. Unos taquitos de jamón York con sabor pero que no ofende, los champiñones naturales y no de lata. No obstante, las alcachofas creo que eran de lata. Pero aun así, vuelvo a repetir que buenísima y recomendada. La otra pizza era la de atún con piña y cebolla... ES-PEC-TA-CU-LAR. La recomiendo mucho. Por otra parte, el aceitito picante que tienen adornaba de aún más sabor. Finalmente, el pastel de queso estaba buenísimo. Con un sabor a queso que atraería a todas la cabras. Brutal. La cena costó 37€. Los mejores que he pagado en mi vida. Los volvería a pagar una y otra vez. Debéis probarlo. Os aseguro que saldréis content@s.

Opinión sobre el restaurante: muy recomendable. Cenamos unas pizzas muy ricas en una terraza muy agradable y con buen servicio. Todo muy bien!