¡Qué delicia! Paramos de camino en nuestro viaje y entramos en este restaurante a comer porque nos quedaba de paso y qué acierto.
Todo buenísimo y especial mención al camarero (chileno creo), una atención de 10.
La comida estaba muy buena, el pan super tierno. Cogí ensalada con pollo crujiente en salsa de ranchera, rabo de toro al vino tinto con puré de patata y torrija de brioche. Todo buenísimo, destacaría el rabo de toro. El vino tinto de beber es muy sutil y agradable. El servicio es muy agradable y atento, trajeron la comida en apenas 5 minutos. El precio del menú (en sábado) es de 25€, quizás algo caro para lo que es pero muy recomendable. El único pero es que hay mucho ruido. Creo que la mejor opción por la zona!!
Hemos comido el menú del día y por 17 € no se puede pedir más. De primero pochas y de segundo osobuco en salsa de vino tinto y cabracho al horno. Todo exquisito.
Destacar también la amabilidad del camarero que nos ha atendido.
Muy recomendable este sitio para comer.
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