Como en casa, calidad precio muy bien
Lugar pequeño y acogedor, con una distribución muy simple pero coqueto. La música de fondo muy agradable para comer.
El menú para dos personas fue el siguiente:
Causa limeña: es un pintxo que merece mucho la pena como entrante. Uno para dos es suficiente para hacerte una idea de este exquisito plato.
Dos Croquetas de ají de gallina. Es un poco fuerte por las especias pero a mí me gustó mucho.
Tercer plato:Lomo saltado. No me gustó en exceso ya que la salsa que lleva es la de los guisos de jabalí / corzo y demás ; la propia salsa sustiyue el sabor de la carne. Bueno pero no tanto como los dos primeros.
Por último, la Quinua burguer. Se sale. Muy pequeña pero exquisita. Su elaboración no permite que sea más grande. Para mí fue lo mejor.
Postre : sanguchelado. Un postre compacto que te termina por saciar. Muy recomendable tomarse una Bola de helado de lucuma. El sabor es único. Según el camarero es afrodisíaco
A todo esto tomamos una birra cuzqueña cada uno.
37 euros en total (2 personas). Dejamos tres de propina, no te digo más.
Rico y sabroso. Un aperitivo de maíz es ofrecido por ekeko, a parte medio plato de causitas y tubérculos con dos salsas suaves y ricas. Y tres sanguches butifarra, chanchito y pitutxipi. Para acabar los dos postres que ofrecen, un dulce tradicional de Perú unos Redondos de calabaza y boniato con piña y bañado en una salsa dulce, delicioso. Y el segundo un postre elaborado con una cama de frutos secos tostados, bizcocho helado con ralladura de helado de chocolate acompañado de salsa de maracuyá.
Raciones y precios buenos. Muy buena calidad, sin duda volveré.
Además un buen servicio.
Comida auténtica peruana. Un imprescindible si te gustan probar nuevos sabores. Local pequeñito y no admiten reservas pero un personal muy amable que está pendiente.
Muy recomendable
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