Un lugar memorable. Ramito y su hija llevan el restaurante con mimo y dedicación y esa virtud la han podido transmitir a su personal, por lo que el trato que recibes es inmejorable.
La oferte gastronómica es amplia, dominando los platos de la Vieja Escuela como el foie fresco al Oporto, Solomillo Strogonoff, la Lubina a la sal, el Steak Tartar o las Crêpes Suzette. Estos dos elaborados frente al comensal como mandan los cánones.
Toda la oferta está cuidada tanto en el producto como en la elaboración y presentación.
Si añadimos una correcta bodega, un ambiente cuidado al detalle y unas muy acertadas actuaciones en directo que no distorsionan el momento... no hay duda que sales de allí pensando cuando volverás
Todo un descubrimiento, fuimos a cenar mi marido y yo y disfrutamos mucho. Muy recomendable el steak tartar preparado en mesa…La música en directo muy relajante con vistas a la piscina. Repetiremos seguro. Ramiro encantador
Bueno, el trato al cliente, el mejor que he tenido nunca. El señor que nos atendió (supongo que Ramiro) pasaba personalmente por todas las mesas para comprobar que todo era del agrado de los comensales. Una amabilidad extraordinaria. Si hablamos de la comida, exquisita, rica… y no nos quedamos con hambre, al contrario. Pedimos el coulant por puro vicio y luego nos obsequiaron con un trozo de brownie 🥲 Recomendable 100%. Ah, también había música en directo en un perfecto y equilibrado volumen, así como el estilo, que no distraía de la conversaciones en la mesa. Genial.
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