Lugar sorprendente. Cuando te acercas al local no te llama la atención entrar, pero cuando lo haces te sorprende. Decidimos comer aquí por las reseñas de todo el mundo, coincidiendo en todas ellas que sorprendía el lugar y que la comida estaba muy buena y era casera (lo que íbamos buscando). Todo es totalmente casero y todos los platos que probamos estaban realmente buenos, destacando los pimientos rellenos de queso (pero por destacar algo, porque todo nos encantó). De precio está muy bien, sobre todo teniendo en cuenta la zona en la que se encuentra. Las dueñas te hacen sentir como en casa, tanto por el trato como por el tipo de comida y por cómo está hecha. Lugar muy recomendable.
Jorge de la Rubia Maestu
+5
Comida de madre a muy buen precio, las torrijas de muerte, todo lo que probamos era rico y casero. Para volver, la camarera increíblemente amable.
Todo buenísimo. La camarera que es una señora mayor , un encanto. Pedimos unos cafés para desayunar y unas tostadas y nos dejo la jarra de leche para que nos echaremos la que quiéranos . Esta muy buen situado a 3 minutos del monasterio .
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