Hemos ido un grupo de compañeros para celebrar el fin de curso. Hicimos reserva previa, pero vinieron dos personas más de las que habíamos dicho. A pesar de que el sitio estaba lleno, no nos pusieron ninguna pega. Nos atendió María y nos recomendó los platos para compartir de manera muy acertada. Todo riquísimo, pero especialmente la ensaladilla que ha ganado el concurso. La comida la han preparado muy rápido, pero un poco lento el servicio de bebidas porque había mucha gente. Precio más que razonable. Nos hemos quedado con ganas de probar un arroz, sin duda repetiremos!
Cuando he entrado para hacer la reseña me ha asombrado la cantidad de cinco estrellas que tiene. Y es que se las merece de una en una. Los platos son de alta cocina, el chef de estrella Michelín, el lugar paradisíaco, el ambiente selecto y para rematar la relación calidad-precio inmejorable. Enhorabuena al chef y a los camareros, en particular a quien nos atendió.
Ya sólo por el entorno natural que enmarca este restaurante merece la pena visitarlo. Platos atractivos y una variedad de arroces, parece que hechos al horno.
Varios de los platos de la carta que solicitamos no estaban disponibles, y el servicio, aunque amable, tiene margen de mejora. Calidad y presentación excelentes.
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