Situado en plena Calle Van Dyck. Es un local amplio y luminoso que hace esquina, más o menos a la mitad de la calle.
La atención del camarero fue buena. Las tostas (bastante variedad) que pedimos estaban muy buenas, volveremos para probar más. También tienen raciones, pinchos, buena carta de vino...
Buen lugar para comer y cenar. Comida de muy buena calidad, ingredientes también muy buenos, se nota a la primera. Disfrutamos de platos muy sabrosos por un precio razonable. El servicio por parte de la familia que lo lleva fue muy bueno y estuvimos muy a gusto. Quizá la única pega sea que la sala interior no es muy grande, por lo que no tiene espacio suficiente entre las mesas o para poner muchas. Fue muy buena experiencia y repetiremos!
Sergio Galera Llorente
+5
Buscamos un sitio para comer un poco mas alejado de lo que es el centro de Salamanca, y la verdad que es un sitio por el que hay que pasar. El dueño Jesús nos dio un trato exquisito y la comida estaba espectacular. Yo pedí el cachopo de la casa y unos huevos revueltos y ambos platos eran contundentes. Si vuelvo a pasar por Salmanca volveré a comer aquí
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