Es un lujo comer aquí, es comida de calidad, preparada con esmero, con platos abundantes, compensados y con premios como el del cachopo, 2 veces entre los 3 mejores de España, 3º el año pasado y 2º en este. Un plato que ya quisieran muchos hacer tan suave y tan rico. Y los postres, caseros, un manjar para el paladar. El poder comer con la tranquilidad de que TODO es sin gluten (recomendable mencionarlo antes de pedir para que os pongan el pan caliente a tiempo), a excepción de pan de trigo y cervezas normales, y que tienen controlado para que no exista ningún riesgo, en pocos sitios se puede hacer y, éste, es uno de ellos. También tienen opciones para veganos. Tienen opción de menú, que generalmente ponen fuera del restaurante o anunciado en sus redes sociales, y la opción de pedir de carta si no se quieren pedir entrante, 2 platos mas postre, que es lo que ofrecen en el menú normalmente. Además, Nel es un gran conocedor de los quesos asturianos, y en ocasiones se ofrecen catas, que si os coincide por la zona, son totalmente recomendables si queréis aprender más sobre las joyas que tenemos en Asturias. [Fotos del menú del día nacional del calíaco] Su decoración es simple y un poco especial, quizás el turista no lo entienda, pero es otra forma de acercarnos a la tradición, aparte de con la comida. Los platos y tazas, lo que más destaca de la zona de mesas, son los que había antiguamente en las casas, al menos de esa zona del oriente asturiano, esto quizás no llame la atención o no sea relevante, pero gastronomía significa mucho más que sentarse a la mesa, también significa acercarnos a la tradición del lugar, a entender mejor los orígenes, algo que consigue con esta decoración y con sus textos en asturiano. Me parece que el precio es más que acorde con la calidad, tanto de la comida como del servicio que brindan. Es una mezcla de cocina tradicional, sana y ecológica, con un toque innovador, a sabiendas de la trayectoria de Nel, amante de la gastronomía y de Asturias. Además, para bajar la comida, tenéis un bonito paseo sobre la Playa de Santa Marina o podéis subir hasta el mirador de la Guía, donde disfrutaréis de unas vistas increíbles de la villa, la sierra del sueve y el mar. Y muy cerca también tenéis el mirador del Fito, con unas vistas espectaculares de todas las montañas cercanas e incluso el mar. Espero que disfrutéis de vuestra visita. Nosotros repetiremos pronto.

Un rincón para celíacos con comida artesanal ecológica y muy, muy, muy rica, me quedo con ganas de volver para probar más cosas, tienen cacho pos muy buenos aunque recomiendo probar el resto de la carta por que todo esta genial, calidad precio muy equilibrada.