Es cierto que llegamos sin reserva, pero nos hicieron esperar más de la cuenta (45’). Aún así, la reseña no tiene en cuenta esta circunstancia (la próxima vez reservaremos). El ambiente es acogedor, especialmente cuando hace frío y llueve fuera. Ambiente castellano, y comida ídem. Cochinillo, cordero, entrecot, etc. Nosotros probamos las setas de temporada (las otras son congeladas). Todo estuvo bien, aunque los precios son excesivos para un lugar a 100 km de Madrid. Los camareros se desviven, y eso arregla un poco la sensación de descontrol inicial.
Restaurante ubicado en la Plaza Mayor de Riaza, con una buena terraza exterior, acristalada y bien decorada. Estuvimos cenando, compartiendo platos, menos los postres. Los platos bien elaborados. El ritmo del servicio, a veces rápido y a veces lento, se puede y debe mejorar. La relación calidad-precio también es mejorable. Algún postre no estaba a la altura.
La comida estaba riquísima, las raciones abundantes, son a la carta no hay menú.
El servicio rápido y muy profesional
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