Estupenda experiencia gastronómica que fue aumentando a medida que nos servían platos del menú degustación. La atención por parte del personal, exquisita.
Un equipo digno del Sol Michelin🥰
Nos recibió una camarera muy amable, atenta a nuestras necesidades.
Nos aconsejó perfectamente los platos y las cantidades.
Pedimos como entrantes, cazuela de pulpo y langostinos para compartir, y la sacaron emplatada individual, detalle de restaurantes con saber hacer. Continuamos con ensalada de cecina y pimientos asados, con muchos ingredientes, multicolores y muy sabrosa.
Guindillas en tempura, en su punto.
Como principales, unos exquisitos jibiones rellenos y en su tinta; merluza deliciosa , jibiones encebollados. Todo regado con un vino blanco de la región, Hortanza, mezcla de albariño y riesling, muy rico.
Los postres, deliciosos, helado de queso con granizado de manzana, y un crumble de limón muy fresquito y chispeante con petazetas.
Una comida especial
El lugar para disfrutar de las recetas del pasado, que ya son de nuestro presente. Nos decantamos por el salteado de pulpo y gambas, un cochinillo cocinado a baja temperatura y un plato de caza, lomo de venao.
Absolutamente deliciosas todas sus creaciones, entre las que incluyen una serie de aperitivos, cortesía de la casa, que son una auténtica delicia. Y de postre una torrija diferente. En vez de pan, utilizan sobaos del lugar.
Servicio extraordinario y un trato tan profesional como acogedor.
Y evidentemente volveremos a probar sus platos de cuchara que sonaban como música celestial.
Recomendable sin lugar a duda.
Comida de cocina creativa con buenos productos, aunque precio un poco elevado para lo que es. Recomendable las mollejas y solomillo. Es una buena opción aunque Cantabria tiene mejores
Cenamos un viernes noche. Probamos el menú degustacion Cullalvera y fue todo un acierto. Platos muy ricos y variados. Muy bien elaborados. A destacar el helado de tomate y la ensalada de perdiz. Lo más flojo por poner un pero, los postres. Nos atendieron de maravilla, muy atentos a nuestras peticiones. Un sitio muy a tener en cuenta y para repetir.
Muy buena experiencia gastronómica con el menú degustación, a resaltar alcachofas, merluza asada y solomillo de venado aunque otros platos también eran top. Por poner una pega, demasiada comida en ciertos pases del menú con lo que a los últimos llegas bastante lleno
El mejor restaurante en el que he estado en Cantabria con diferencia. Nos encantó el sándwich de codorniz, y las mollejas espectaculares. El servicio también muy atento.
Hemos estado hoy, de paso, en el restaurante y aunque ya sabíamos que se come fenomenal nos ha sorprendido todavía más. A pesar de ir sin reserva nos han atendido sin problema con toda amabilidad. La casa está muy bonita restaurada mantenimiento la esencia de las casas típicas cántabras, la comida excelente, el producto y la elaboración de 10. Hemos comido el menú y nos ha parecido para la calidad y preparación muy barato por 25 euros no comes ni en un Mac Donalds. La atención de la chica y cocinero de 10 también. Aunque no vivo en la zona creo que merece la pena desplazarse para disfrutarlo. Muchas gracias.
Impresionante menú degustación, sales rodando pero a gusto…las salsas sublimes, los platos buenos, buenísimos o lo siguiente (el tartar de atún mi favorito, simplemente E X Q U I S I T O).
Espacio super cuidado, distancia, higiene, temperatura (hoy era un día de excesivo calor, pero allí mejor que en brazos).
Servicio y mimo al cliente. E Q U I P A ZO Restaurante R O N Q U I L L O en Ramales de la Victoria.
Un gustazo la estancia.
☀️Repsol bien merecido.
Simplemente G R A C I A S.
La calidad de la comida es indiscutible. Producto de calidad, buenísima presentación, buena cantidad (comes bien pero sin llenarte a lo bestia) y la atención maravillosa.
El lugar lo han remodelado hace relativamente poco, les ha quedado muy amplio y con buena distribución entre mesas.
Por 198€ comimos 4 personas, con entradas, segundos y postres.
De entradas pedimos pulpo con langostinos y las setas de temporada. El pulpo con langostinos muyyy bueno.
De segundos, solomillo de ternera (GENIAL), aunque por el tema de decoración minimalista traía poquísimas patatas, pedí más. Después unas codornices, bacalao (un poco salado) y venado. Todo exquisito y muy bien emplatado.
El estilo es tipo degustación gastronómica, así que traen una intro de croqueta mini, tomate tipo gazpacho y detalles así. Mini quesaditas de postre también.
Los postres pedimos tarta de queso, torrija de sobao (los dos que más me gustaron) y crumble de limón (este último a mi no me encantó, la verdad)
Por ahora, no se puede ir con perros, pero el dueño me comentó que están pensando en habilitar un área.
Os dejo las fotos
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