Pedimos el canelón de atún, ensalada de berenjena, bravas de mar y pulpo. Todo rico pero lo que más me gustó fue el postre. Una riquísima lemon pie casera. Buena atención y terracita agradable.
Es-pec-ta-cu-lar... Las camareras atentisimas y super simpaticas, la comida, de locos. Comimos croquetas de calamar, super sabrosas y cremosas. Tosta de sardina que parecia mantequilla... Un carpaccio de wagyu menorquín sabrosisimo que tenia mas carne que en las neveras de un argentino, las bravas de mar... Buenisimas, no dire mas para no hacer spoiler. Y el postres ha sido el colofon a una cena redonda... Una especie de volcan de pistacho qie estaba de llorar... Todo, 50 euros con 4 copitas de vino. Volvere 100%
Comida muy buena, las bravas del mar y las ostras de 10, calidad-precio correcto, atención por parte del equipo genial!
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