Cómo lugar de comida rápida y barata se merece cinco estrellas. Hamburguesas, bocadillos, sandwiches... Cenamos cinco personas por menos de 25€.
Si esperas algo más elaborado no es lo que buscas.
La atención muy buena, el local cuenta con varios ambientes de terraza, se preserva la distancia de seguridad entre mesas.
Interesante lugar que está en la parte trasera de la fábrica de Poio. Buenos precios, buenos productos, calidad en el servicio a la mesa, personal atento y muy majos/as, rapidez en la elaboración de los productos. El único problema que es algo a exigir a sus clientes tanto nuevos como conocidos, que existen carteles de prohibido fumar y en mi visita alguna persona incumplió y no se tomaron medidas para los que padecemos de humos. Además, existen ceniceros, algo incoherente si tienen carteles visibles de prohibición. El aparcamiento es casero por así decirlo, ya que tienes que aparcar muy pegadito a las naves por ser carril de un solo sentido y estrecho.
Recomendable para pasar un buen rato en la terraza exterior porque cuenta con estructuras de madera en el interior que protege de los rayos solares y justo por encima tiene cristal, por lo que si llueve es perfecto, crea un ambiente acogedor. Las mesas (algunas) son pequeñas, llenas de cosas y se quedan escasas y casi siempre hay mesas que tambalean, la solución de calzarlas con papel para que no se mueven es ya típico en todos los bares y restaurantes.
Nos recomendaron este sitio en el hotel y tenían razón, comida muy buena y de generosa ración, los camareros son atentos y amables, el local es limpio, bonito y de entorno moderno y agradable.
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