Ambiente = la ubicación es excelente, en primera línea de playa con unas vistas preciosas y una zona super tranquila. Hay servicio en mesa y en terraza, recomendamos en terraza porque se ve el mar, precioso.
Servicio = solamente hay un camarero, pero estábamos nosotros prácticamente solos y no hubo ningún tipo de problema. El camarero es de los mejores que hemos tenido el placer de conocer nunca, muy agradable, atento, educado y conversador. Sin duda alguna de lo mejor del restaurante.
Comida = a la comida le damos otro 10. Pedimos cinco tapas típicas de aquí a compartir y cada una estaba mejor que la otra. Nosotros pedimos lapas (un sabor curioso), queso conejero (un delicioso queso de cabra), ensalada 7 islas (nos encantó), tacos de pescado (buenísimos con su salsa) y papas arrugadas (imprescindible aquí en Canarias). Totalmente recomendable la tarta casera de chocolate.
Le damos un 11 a este sitio. ¡No te lo puedes perder si vienes por aquí! (Adjunto fotos de las vistas, de los platos ordenados y de la cuenta para que veáis el precio final para 4 personas)
No es un sitio para ir con prisa.
El servicio es bastante lento puesto que solo hay un camarero. De primeras nos chocó un poco la falta de interés, pero con paciencia la comida acabó siendo muy satisfactoria.
La gente está relajada y disfrutando de una buena comida sin prisa. El camarero es un tipo peculiar pero agradable, aunque de la sensación de saturado.
La comida muy rica, especialmente el solomillo. Muy recomendable.
Además, muy bien de precio, bebimos y comimos muy bien 6 personas por 86 euros, cuando en otro sitio del estilo pero lleno de guiris te cobran el doble.
Para repetir sin duda!
Maravilloso lugar, maravilloso restaurante, buena comida y un gran servicio.
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