Solo por las vistas ya vale la pena la visita, sin olvidar al dueño y al camarero, dos personajes genuinos, atentos, amables y con gran sentido del humor. Además de buenos profesionales. La comida, en general buena, bien elaborada y con precios aceptables. Cerveza de la tierra muy fría. Las gambas al ajillo y el calamar entero a la plancha son para sacar en procesión al cocinero. Buen ambiente, muy buena música, excelentes vistas y las mejores puestas de sol del Mar Menor
Llegamos justo a la hora de cierre de la cocina y tuvieron el detalle de darnos de comer.
Un ambiente estupendo con vistas al mar menor y parte de la manga.
Sorpresa! Pasábamos por allí y al ver el restaurante no teníamos mucha confianza en que pudiera estar bien la comida pero al final decidimos entrar porque las vistas eran maravillosas y corría la brisa cosa que estando a 33ºC se agradecía.
El caso es que pedimos varios platos para picar, sencillos, sin grandes pretensiones y he de decir que estaba todo muy bueno!, y además la atención muy agradable. Todo estaba limpio y los baños muy bien la verdad! Si volvemos por la zona, repetiremos!
No le doy las 5 estrellas porque para eso necesito que haya algo que me sorprenda mucho y no ha sido el caso, solo que todo estaba correcto!
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