Fuimos de camino desde Prades a Barcelona, pasamos por Pira y entramos al azar en este restaurante. Escogimos dos menus del día. La verdad es que se sirve con abundancia la comida y es riquísima. El pollo y la parillada están muy tiernas y jugosas, nos gustaron bastante. Repetiremos seguro.
Pasamos por Pira y nos llamó la atención la entrada de este peculiar restaurante. Hacía mucho calor, y cuando entramos nos encantó la sensación de frescor de dentro del restaurante. Íbamos con nuestros peques, y los dos comieron de maravilla. El servicio muy bueno en general y en especial de una camarera de ojos azules que estuvo al tanto de cada detalle. Comimos muy bien, la ensalada muy fresca, y las patas de cerdo espectaculares.... sobre todo la salsa. El bistec al punto y la crema catalana buenísima !!! Los lavabos muy limpios.
Si pasamos por Pira, seguro que volveremos !!!!
Fuimos de camino a Lérida y comimos perfecto.
Buena comida, buena cocina y excelente trato
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