Nos costó conseguir mesa, nos dijeron que estaba todo reservado. Pero al final pusimos cazar mesa fuera. Las raciones muy ricas, aunque nos parecieron escasas. El precio muy bien. No nos pareció caro. Para las pocas opciones que hay para comida, recomendable reservar.
Fuimos un grupo de 50 personas con niños y adultos tras hacer una ruta. El trato del personal muy bueno. La comida buenísima. Las vistas del restaurante muy bonitas.
Hemos disfrutado de una comida riquísima con unas vistas espectaculares al cañón del río Dulce. La carne estupenda, el servicio inmejorable, volveremos sin dudar
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