Excelente restaurante con unas vistas muy bonitas. La comida es de muy buena calidad, amplia variedad de platos, especialmente de la tierra. Buena carta de vinos. Variedad de postres, se nota que son caseros. Personal muy atento y amables. Recomendable 100% para hacer un alto en la ruta de la plata. Si además lo combinas con la visita al Convento del Palancar que está justo al lado, tienes el plan perfecto para una escapada.

Acudimos a restaurante_elpalancar con muy buenas referencias, aunque yo ya había estado hace un par de años en cenas temáticas estivales “noches de estrellas ”, a probar su gastronomía y sobre todo sus afamadas y famosas carnes . En un paraje incomparable, visita para probar su propuesta claramente basada en ingredientes tradicionales, intentando dar un toque ciertamente innovador que, junto a la cocina de brasas de carbón de encina, hizo que la visita no decepcionara en absoluto. 1️⃣ “Paté de merluza ”. Aperitivo de la casa. Con un sabor suave. Cremoso. Rico. 2️⃣ “ Crujiente de morcilla, con manzana y piñones” morcilla, rica, ligeramente picante, envuelta en una pasta brick, muy crujiente, donde la combinación era fantástica. 3️⃣ “ Tabla de quesos de la región”. Casi todos de la región de las Ibores. Algunos cremosos y otros más curados, oveja y vaca , que venían presentados junto a la torta del casar, la cual nunca falla. Quizás echamos en falta una variedad de quesos de otras zonas de Extremadura y no solo de Ibores. 4️⃣ “ Berenjena en tempura con salmorejo”. Combinación que nunca falla con una tempura nada aceitosa y muy crujiente con salmorejo, le faltó estar un pelín más líquido, muy suave. Plato rico. 5️⃣ “ Chuletón de rubia gallega”. 1k 800 g . Extraordinario. Perfecto de punto y sal. Sabor muy muy rico, sobre todo el centro. De 45 días de maduración +15 días que lo dejan en sus cámaras, con lo cual viene servido en 60 días. Lo mejor de la comida, sin duda. El sabor de la brasa, inconfundible. Plato muy 🔝 6️⃣ “Surtido de postres ”. Tarta de queso con confitura de frutos rojos, brownie de chocolate y nueces y el que más nos gustó por su combinación Cremoso de chocolate blanco con sorbete de frambuesas. Bien, merece una visita este restaurante, ya no solo por su gastronomía, sino por el marco incomparable en el que se encuentra.