Un sitio genial. Muy buena atención. Ahora ponen también tapas y cañas. Todo a un precio muy aceptable.
Muy recomendable por sus cafés, bebidas frías y sobretodo por sus helados artesanos. Ella misma los hace y los sirve por lo que sabe perfectamente los que tienen poco azúcar o son sorbetes, sin leche.
Buen trato al cliente y buen servicio.
La terracita es muy agradable.
Los helados, batidos y smoothies están buenísimos. Se nota que son caseros. En invierno también tienen chocolate y churros de los finos, y están bastante buenos.
El local es muy tranquilo y tienen un rincón para los más pequeños con una pizarra, mesa, sillas y unos pocos juegos para que puedan pasar allí un buen rato jugando tranquilos.
Es un buen sitio para pasar allí un rato agradable.
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