Después de comprobar que tenían algunos platos con tamaños fuera de lo normal decidí ir a probar con unos amigos aprovechando la celebración de mi cumpleaños. Lo cierto es que el sitio te llama la atención nada más llegar, debido al colorido de sus paredes y carteles. Estuvimos un rato solos en el comedor, hasta que llegaron un par de grupos y lo cierto es que por momentos el ruido se hizo un poco desagradable. Tienen una carta básica con distintas hamburguesas, sándwiches, croissants, etc., claro que lo que llama la atención es el tamaño de algunos de ellos. Nosotros nos decantamos por un combo de croquetas de jamón y de queso azul, una patatas fritas con bacon y queso fundido y una hamburguesa especial de 40cm y casi 5kg de peso... Nos pareció normal que tardaran un rato en preparar la hamburguesa con tal calibre, pero no pensamos lo mismo con los entrantes, ya que son cosas de rápida preparación. En cualquier caso, tengo que admitir que la comida estaba rica. Me esperaba una hamburguesa con peor calidad, un pan gordo, pero nada más lejos de la realidad. La carne estaba bien cocinada y se mantenía algo jugosa, el pan tipo brioche no se hacía pesado a la hora de comerlo, y venía bien cargada de bacon, queso, etc. Sin duda es toda una experiencia plantarse delante de uno de estos “monstruos”. Hasta cortarlos se convierte en toda una aventura jeje. Si tienes buen comer y te ves con fuerzas, cuentan con un reto, que consiste en una hamburguesa de 30cm. Quizás me plantee probarlo la próxima vez, pero es un sitio al que merece la pena ir con amigos al menos por la curiosidad del tamaño de sus creaciones.