Hemos comido el menú de 30€ en la terraza. Aunque tenga paredes de cristal (que ofrecen una vista agradable de los Jardines de la Taconera), el espacio se mantiene caliente estos días de frío invernal. La comida es deliciosa, desde los huevos rotos hasta la paella, para la que es tan conocido este restaurante. La torrija es exquisita. Cuenta con vino rico, pan recién hecho, buen servicio... Muy recomendable.
La Cuchara de Martín ha sido un descubrimiento especial para nosotros.
Hemos tardado un poco más de lo que nos hubiera gustado, pero por fin acudimos a probar este restaurante que, desde su apertura, nos llamó la atención por su elegancia. Y es que solo con verlo desde fuera quedas prendido de una espectacular terraza cubierta, de su rótulo luminoso y de la grandeza de su sala.
Una pecera de mariscos te da la bienvenida a este restaurante ubicado en la antigua cafetería del Hotel Tres Reyes, un comedor de centenares de metros cuadrados decorado al más mínimo detalle. Su cocina, en parte vista, está comandada por el conocido Martín Iturri, antiguo chef del Beti Jai de Aoiz que también ha trabajado en La Mar Salada y Cocotte Taberna.
Sabido esto, no es de extrañar que tanto en su menú como en su carta destaquen los arroces, aunque en su extensa oferta también hay lugar para los pescados y las carnes. En nuestro caso, y recomendados por unos familiares que ya lo habían visitado, decidimos escoger varios platos de carta que nos habían recomendado.
Aunque solo con las imágenes anteriores seguramente ya os hayamos convencido de visitar La Cuchara de Martín, os vamos a hablar un poco de cada plato, que es para lo que está este blog.
Lo primero que mencionaremos es que este restaurante cuenta con un gran servicio que, al igual que la cocina, está encabezada por su chef, que se pasa por cada mesa a explicar los platos fuera de carta, tomar la comanda y recomendar algunos platos.
Comenzamos nuestra comida con una txistorra de Lekunberri que sirven como aperitivo, y que complementamos con una croqueta de chuleta de sabor intenso y un delicioso taco de atún rojo que pedimos fuera de carta y que destacaba por la frescura del pescado y la gustosa mezcla de ingredientes.
Tras ello, y en todo un alarde de gastronomía navarra, probamos los tocinitos Maskarada con pimientos del piquillo y pan cristal con tomate, un plato intenso y lleno de sabor, que brilló por su sencillez y calidad del producto.
Tras este pequeño picoteo de 'finger food' comenzamos a usar los cubiertos para la que consideramos la estrella de La Cuchara de Martín: un plato con hongos, foie, yema de huevo, parmentier de patata y crujiente de cebolla. No hace falta decir nada más. Toda una delicia por la que solo por ella vale la pena venir.
Pero no nos podíamos ir sin probar uno de sus arroces. En nuestro caso degustamos un caldoso de pulpo y gambas con toque de pimentón que era sencillamente delicioso. Servido en su olla, nos permitió disfrutar de él por partida doble y a buena temperatura.
No obstante, y si algo malo tenía que tener la amplia comanda, es que no llegamos a poder degustar uno de sus postres, que tenían muy buena pinta. Pero no nos preocupa. La atención, la hospitalidad y por supuesto la calidad de sus platos hará que volvamos a disfrutar de su cocina, ya sea con la compañía de nuestra pareja, amigos o familiares. Porque nos fuimos con la sensación de que La Cuchara de Martín es un lujo para todos los gustos.
Fuimos recomendados a este restaurante y nos encantó. A parte de la comida exquisita el trato fue inmejorable, Georgina e Ion nos aconsejaron muy bien. La ensalada de crujiente de gamba buenísima, los berberechos XL más de lo mismo y lo que más nos gustó fue la careta con cigala. Recomendable sin duda. Gracias!!! Prometemos volver!
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