Este restaurante nos sorprendió gratamente. Una auténtica delicia de sabores y texturas muy bien combinadas en una carta perfecta, deudora de una o dos estrellas Michelín en un futuro no muy lejano. El local es muy acogedor con una decoración que te hace sentir como en casa. El servicio impecable. No se puede dejar de probar el lomo alto con parmentier insuperable. Espectacular el ahumado de atún rojo con piñones. Maravillosas las croquetas con foie y el pan de masa madre con aceite y mantequilla de lima. Para repetir y volver a repetir.
La experiencia ha sido INCREIBLE..., absolutamente todo lo que pedimos estaba espectacular. Una explosión de sabores digna de un restaurante michelín, sin necesidad de serlo. Unos entrantes y primeros deliciosos, dignos de alta cocina.., las laminas de ternera buenísimas.., puerros excelentes.., pan masa madre con mantequilla espectacular y bocadito de lechona buenísimo. Los segundos por contra conservadores y porciones muy correctas..., con unas carnes muy buen rematadas.., wayu excelente y solomillo perfecto. Como punto final una tarta de requesón con manzana más allá de espectacular y la mejor que he probado.., ligera y refrescante.., todo lo contrario a las tartas de queso de cualquier carta tradicional.
Recomiendo este restaurante si quieres probar algo diferente y no te decepcionará si aprecias la buena cocina.
Como me alegraron el día!! Primero de todo agradecer a Helena que nos hiciera un hueco en el restaure sin tener reserva, llamamos en el mismo por que lo encontramos en un blog y hablaba maravillas de este lugar. Pues bien tuvimos esa suerte de que esta mujer tan agradable nos hiciera un hueco nos dijo tendría que ser barra delante de cocina , lo cual yo pensé que maravilla y no me equivoqué en nada. Que maravilla de servicio, que limpieza más extrema, la coordinación entre el equipo es digna de admirar, el mimo con el que tratan el producto, la amabilidad que maneja Gabriel Conti y su equipazo!! Me hubieras quedado toda la noche viendo como hacían el servicio y intentando degustar un poquito de cada plato, yo por mi parte tuve la suerte de cenar el tártaro de gamba que me abrazo mi paladar y cada bocado que daba era un espectáculo. Sin ninguna duda repetiré todas las veces que venga a esta bonita isla. Gracias chicos.
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