Comida buena aunque un poco cara, ni siquiera pone en el menú el precio. Personal súper amable y agradable, al igual que la terraza, muy bonita rodeada de plantas y corre aire que en verano va muy bien.
Solo de decir al dueño o responsable, que los domingos cuando está la panadería cerrada, planifique de alguna manera, para que los clientes que quieran almorzar o tomar algún bocadillo o tostada a media mañana, puedan tener pan si lo desean, sobre todo en fechas de gran afluencia.
Gracias.
No fuimos al restaurante pero la zona es abrumadoramente espectacular, hay infinidad de rutas para disfrutar de un entorno maravilloso.
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