Gran experiencia. Probamos el menú omnívoro. Muy equilibrado con un gran producto y grandes toques de autor desde el principio hasta el final. Platos muy bien construidos. Carta de vinos muy elaborada. Ambiente y atención excepcional.
Muy bueno todo, lo que más nos gustó fué el plato de cebolla y cigala con miso hecho por ellos, la zanahoria con queso de anacardos también sorprende y el tartar de bonito riquísimo. Estuvo divertido que te cuenten que lleva el plato después de haberlo comido, así no esperas nada hasta que lo pruebas e intentas adivinar los componentes de cada plato. El sumiller fue muy atento y acertó a la perfección con sus recomendaciones, la sidra de hielo un descubrimiento. Cuando acaba la cena puedes comentarla con el cocinero, se agradecen esos detalles. Recomendable si te lo puedes permitir, ya que al ser un estrella Michelin el precio es alto, pero la experiencia merece la pena.
Una experiencia culinaria extraordinaria. Cada plato es un disfrute de texturas y de sabores, presentados de manera excepcional por el equipo de sala.
Con muchas ganas de que venga la nueva estación y actualicen el menú de acuerdo a los nuevos ingredientes de temporada para volver a visitarlos.
Además han tenido el detalle de adecuarlo para que mi mujer, embarazada, evite alimentos crudos que no puede tomar.
Un placer haber pasado San Valentin con ellos.
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