Eusebio Hernandez Villalobos
+5
¡Gran lugar! Hacía falta ese concepto en Málaga. Un local cálido y agradable. Mesas altas muy cómodas, lo que para mí le da un toque distendido e informal. Hemos repetido ya varias veces y hemos disfrutado siempre, tanto de los vinos que nos ofrece Julio, con toda su maestría, como de la carta, con cositas super interesantes. Muy muy recomendable si andas por el centro de Málaga.
Un sitio coqueto al que añadiría alguna planta en esa estantería tan bonita que hay en la entrada y cuidaría un poco más el centro de mesa.
Todas las mesas son altas, detalle que no suele gustarme mucho porque me suele resultar incómodo pero lo cierto es que las sillas eran muy cómodas y estuve a gusto en este tipo de mesa.
Como punto de mejora diría que pasó mucho tiempo desde que empezamos a tomar/comer algo.
En el servicio incluyen agua, pan y una mantequilla de leche de oveja que está deliciosa pero que no te ponen sin pedir, por lo que tuvimos que esperar a ser atendidos por Julio, para poder pedir y escuchar sus recomendaciones.
Julio es un gran entendido de vinos, se ve que le apasiona y así te lo transmite en cada explicación de cada vino que te recomienda, un valor añadido sin duda para amantes de la enología.
La carta no es muy extensa pero lo suficiente completa para satisfacer a cualquier paladar. Te ofrece la opción de pedir tapa de muchas cosas para poder probar más opciones, lo cual se agradece.
Destacar la tosta de sobrasada, las croquetas de cecina, la pinseta (gran descubrimiento) y la tortilla vaga con foie y alcachofas.
Los ingredientes son de la tierra en mayor parte y gusta ver cómo se apuesta por proveedores pequeños y no por los grandes distribuidores.
Los vinos son muy particulares, (nunca había escuchado hablar del "Orange Wine") y el reclamo principal de este lugar. Su nicho de clientes quizás se limita en este aspecto, pero quien sea amante del vino, desde luego aquí va a disfrutar como un niño.
También quiero destacar la amabilidad y buen servicio de la camarera que nos atendió y estuvo atenta en todo momento de que la mesa estuviera perfecta.
Jose Luis Muñoz Navarrete
+5
Lugar perfecto para disfrutar de vinos maravillosos junto con la sabiduría, profesionalidad y encanto de Julio.
Toda una experiencia en la que dejarse llevar es la mejor opción. El vino es el protagonista pero los bocados acompañan a un nivel excelente.
Por supuesto, un lugar que no hay que perderse en Málaga si te gusta el apasionante mundo del vino.
Una noche memorable en companhia de Julio y sus maravillosos vinos!
Además nos llevamos la sorpresa de su paso por tierras peruanas!
Me ha gustado mucho la vinoteca, es diferente a lo que te encuentras en el centro de Málaga, buena comida y buena carta de vinos, el precio también es más elevado de lo habitual pero la calidad lo merece para una ocasión especial.
Por fin en Málaga un fantástico lugar donde poder degustar vinos.
Hay muchísimos vinos naturales, ancestrales por copa. Cosa que se agradece si quieres probar varios.
Dejaros guiar por Julio, es un encanto de persona y sabe muchísimo.
No dejéis de probar las ostras con una copa de champagne Sadi Malot.
Os recomiendo las gildas, la pinsseta y la tortilla de sobrasada con gamba, deliciosas. Ah y un cóctel 🍸 Manhattan me ha sorprendido gratamente tanto la comida, los vinos y el gran servicio.
Gracias por abrir sitios así
Fue una recomendación de un amigo que trabaja y sabe muchísimo de vinos. Súper recomendable. No sólo por la amplia selección de vinos (olvídate de los convencionales) sino por una carta que en un principio parece un poco corta pero dan para mucho. Especial mención al pan. En pocos restaurantes prestan atención al pan y a veces, una mala elección en el pan puede echar por alto un plato.Servicio inmejorable y la comida superior.
Muy recomendable
Sin duda volveré
Un lugar de vinos naturales, biodinámicos, con un brutal número de referencias, tanto para tomar en local como para llevar, déjate guiar por Julio.
En cuanto a la comida gran selección de embutidos, buenos bocados y tortillas.
Excelente tarta de queso.
Muy recomendable.
Fco. Javier Herrera Briones
+5
Una apuesta diferente y arriesgada en Málaga. No conozco nada así en esta ciudad. Local pequeño, informal, mesas altas y decoración industrial. La comida correcta, carta reducida pero que acompaña a la perfección con el leitmotiv de este establecimiento, LOS VINOS. Opción de medias copas para probar más caldos, un gran acierto. Nos tomamos unas ostras n3 de Normandía. Potente de sabor pero menos yodado. Seguimos con un mollete de atún con huevo. Conjunto más raro, mejorable. El corte del atún no facilitaba comerlo por las fibras del mismo y el huevo mataba el sabor del atún. A continuación nos tomamos una pizzeta de cebolla caramelizada, gorgonzola y guanchale, con una masa casera, estupenda. El último plato una tortilla con rabo de toro, piparras y papada. El rabo muy bueno y la piparras en juliana un acierto. Si el huevo estuviera un poco menos hecho sería perfecta. De postre una tabla de quesos dos nacionales y dos extranjeros. Bien afinados. Indiscutiblemente lo mejor que tienen son los vinos (por eso las 5 estrellas) y Julio Barluenga, el sumiller y artífice del proyecto, disfruta en cada copa que sirve.
Muy buen restaurante en el centro de málaga, más de 50 referencias de vinos por copa.
Tienen una carta preparada para poder degustar distintas variedades de vino dependiendo de lo que pidas, ostras, gildas, molletes increíbles de pastrami o de atún, tortillas vagas, pinsseta, cecina, coppa y posiblemente la mejor tarta de queso de málaga.
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