Estuvimos la primera semana de Diciembre, el lugar nos pareció bonito ,preguntamos para reservar mesa para la hora de comer ya que eran las 13 h , la chica que nos atendió muy amablemente nos recomendó quedarnos si queríamos comer allí ,porque más tarde tenían dos mesas con 25 personas cada una y no podría atendernos como a ellos les gustaba atender a sus clientes , así lo hicimos.
Comimos en la terraza que tienen fuera que con el solecito se come súper bien, nos recomendó que probáramos el caldillo de pintarroja que es típico de Malaga, también pedimos paella que según las personas que la comieran no eran lo que se esperaban, también pedimos rabo de toro en salsa,la persona que lo comió lo encontró muy bueno, yo pedí algo suave,la chica con todo el cariño del mundo me recomendó pollo a la plancha con puré de patatas que está muy bueno, los postre nos comentó que los hacían su madre y padre,recomendó tarta de mil hojas con turrón que estaba espectacular y pastel de chocolate que estaba súper bueno.
Sin duda merece la pena tomar algo allí.
Calidad y variedad de la carta, un 10.
Disfrutar de un sitio con esas vistas es un privilegio.
Servicio inmejorable.
Por estl y mucho más somos clientes asiduos.
Estuvimos comiendo y nos gustó mucho. Está céntrico ( al lado del museo Picasso) la terraza muy agradable y la comida buena. El personal agradable. Pero es necesario reservar porque la terraza está llena.
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