Primera vez, pero no será la última.
- Las croquetas de marisco estaban correctas, pero nada destacable en sabor.
- Los caballitos estaban ricos, pero sí es verdad que estaban muy aceitosos.
- La ensalada de tomate y bonito estaba muy rica. Iba bien de cantidad. Nada malo que añadir aquí.
- Las huevas y los letones estaban espectaculares.
- El entrecot de buey no estaba malo, estaba bueno, pero lo pedí al punto y lo vi como muy pasado (a mi parecer, por supuesto). La próxima vez lo pediré poco hecho, porque se me hacía como bola. Pensaba que iba acompañado de por sí con patatas, como en todos los sitios que te las incluyen, pero resulta que te ponen una fuente aparte y te clavan más precio (esto no lo entendí y deberían haberlo avisado). Además, las patatas eran al ajo cabañil, y las que vinieron eran normales, nada de ajo cabañil por ningún lado. Eso sí, estaban ricas, las cosas como son.
- El pan... Te clavan 2,40 € por unos picos y un poco de pan, que no probé, aunque los picos sí, así que por eso no les dije que me lo quitaran de la cuenta, pero te lo ponen en la mesa y si coges un trozo aunque sea, pues ya 2,40 € más para ellos, entonces eso es como que..., no sé, nunca lo voy a entender. Si la gente quiere pan, pide, se le pone y se le cobra, pero así lo veo un poco como para ver si pican y ya te clavan lo correspondiente (muy caro, para mi gusto).
- Las fotos de los postres se me pasaron, pero nada malo que decir de ellos: correctos ambos y bien de cantidad.
- Las bebidas en la cuenta, como podéis ver. Bien.
Tienen un parking amplio con cámaras (se agradece), un salón grandote y una terraza chulísima.
El servicio es correcto, pero tienen que sonreír un poquito más a mi parecer, pero esto ya es gusto personal mío.
Volveré para probar más cositas.
Un restaurante donde se sirve un producto de calidad. Ideal para comer, cenar y también para tapear. Buen servicio en un ambiente informal muy bueno. Comida tradicional. Acierto seguro. No es caro, pero lo bueno hay que pagarlo. Deseando regresar.
Aunque el local estaba a reventar el servicio y el personal de barra fue muy bueno.
El atún de ijada estaba a pedir de boca algo para repetir un sabor que lo flipas al ser a la brasa cambia mucho y le aporta algo especial, el rodaballo también estaba muy rico y el pulpo de rechupete. Lo recomiendo servicio y calidad inmejorable. Una cosa más las gambas eran un espectáculo.
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