Francisco Javier Mateos Nogales
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Hemos estado comiendo y hemos salido encantados. Menú sorpresa muy bien elaborado y un gran servicio.
Todo muy rico, los entrantes y el resto de platos y el postre.
Lo hemos vuelto a visitar en la nueva ubicación y todo igual de bien o mejor.
Una experiencia gastronómica fabulosa. Una delicia dejarte sorprender con cada nuevo plato de su largo menú que adaptan a la temporada y la disponibilidad de productos de proximidad. Los platos están cocinados, preparados y presentados con un mimo exquisito: cocina con ingredientes sencillos y naturales reinterpretando y fusionando platos de aquí y de más allá. El hecho de ser un restaurante muy pequeñito hace que el trato, el cuidado e interés en cada plato lo hagan muy especial.
![5]( "Recensione")
Bien merecido Solete, puesto que es de esos sitios que brilla con luz propia. Menú cerrado con producto de muy buena calidad y sobre todo, producto de la zona. Cocina a la vista del cliente que te permite ver como su dueño elabora cada plato con mucho mimo. Te atienden con mucho cariño y explican cada plato con la misma dedicación. Tres entrantes muy sabrosos empiezan el menú, un buñuelo de sobrasada que sorprende por una masa crujiente y semidulce que no tiene nada de grasa; una ensaladilla con patata del terreno muy fresca y cremosa y una croqueta de jamón de Teruel con un sabor y cremosidad 🔝Los platos que le siguen todos realmente deliciosos, pero a mi parecer la codorniz guisadita es el plato estrella! Tuvimos que pedir pan por que era pecado dejar ese riquísimo jugo en el plato. En mi caso, pedí una infusión después del postre y hasta el poleo estaba recolectado en el terreno. Podría decir muchas más cosas positivas de este lugar, pero creo que lo mejor es ir y comprobarlo por uno mismo. Nosotros sin duda alguna repetiremos
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