La comida y atención son exquisitas. Son muy amables y cuidan mucho del cliente y sus productos. Siempre que venimos a Fuerteventura es visita obligada y más de una vez. La camarera y la cocinera son muy atentas y cariñosas y el dueño se esfuerza mucho y hace unas hamburguesas muy sabrosas y de calidad. La que nos hizo él personalmente una vez estaba increíble. Otras veces suelen pasarse con el punto de la carne a pesar de pedirla poco hecha. Pero se dice y con una sonrisa te la vuelven a hacer. Son simplemente diferencias culturales a mi entender, nada que no se pueda solucionar hablando. Te hacen sentir como en casa.
Esperamos que aguanten bien el chaparrón y sigan muchos años ofreciendo tan buen servicio y calidad sin más repercusiones. Volveremos pronto. Muchas gracias y saludos a todo el equipo.
Recomiendo 100% este lugar. Nada más llegar puedes notar que el trato es familiar, y el olor que sale de la cocina delata que allí hay buena carne. La señora que me atiende de procedencia brasileña un auténtico amor, en la cocina otra señora más joven también brasileña, tratando los productos con mucho mimo. La carta sencilla, sin complicaciones pero con variedad, y como no, hamburguesas con muy buena pinta. Pido recomendación y la acepto. No hubo fallo, me llega una hamburguesa con sus papas y como detalle varias salsas de cortesía, alguna de ellas artesanal, la de piña muy recomendable. La bebida llega exactamente como me gusta, muy muy fría. Para terminar le pido que me indique el postre que crea que más me va a gustar, y con el mismo cariño sirven una tarta casera cuidada hasta el último detalle, preciosa y sabrosa. No hay pegas que poner en este lugar, bien situado, pocas mesas, limpio y bien atendido. Volveré en cuanto pueda.
Como apunte por cortesía también invitan a cada comensal a un licor, yo me dejé llevar por la recomendación de nuevo de quien me atiende, auténtico acierto, un aguardiente típico brasileño. Son ley frendly puesto que había gente con animales por allí y sus mascotas podían disponer de agua.
Lo que más me llama la atención fue que la cocinera en cuanto podía desviaba la mirada hacia las mesas para ver qué tal estaban disfrutando sus comensales, detalle que para mi es de alto valor
Las chicas que lo llevan son Majisimas!!! Y la hamburguesa majorera espectacular. La de pollo de la abuela muy rica también.
Las galletas caseras que te dan al final de la comida muy muy ricas.
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