Estuvimos en Vallmajor durante las vacaciones de Navidad, 3 noches. El precio incluye cena y desayuno. La dinámica es que compartes la mesa con el resto de huéspedes (como en familia). Nosotros tuvimos mucha suerte y las tres noches hubo muy buen ambiente. La comida está muy buena, casera 100%.
A mejorar: las comidas son a las 21h la cena y a las 9h el desayuno, y esto te limita, que no haya un rango. Por otro lado, dada la categoría del alojamiento, esperábamos algunos detalles tales como champú, gel, o secador de pelo.
Fin de semana en familia (todos adultos). Silencio solo roto por los pájaros y algún ladrido, noches de estrellas, camas cómodas y comidas muy buenas, caseras y con productos de temporada y del propio huerto.
Tienen bosque propio y muchos rincones para descansar o pasear.
Joaquim, un anfitrión amabilísimo, todo limpio y libre de bichos gracias a una cantidad innumerable de mosquiteras.
Un lugar para desconectar muy bien comunicado con toda la Garrotxa.
Muy recomendable.
Casa rústica super acogedora y confortable, con desayuno y cena exquisitos (100% casera y con ingredientes cultivados en la propia finca) . Todo en medio de natural perfecto para desconectar de las metrópolis.
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