Había leído reseñas en las que se mencionan mucho la impertinencia de los empleados. Pues después de ir tengo que reconocer que me uno a los comentarios, te dan contestaciones de malas maneras que quizás sea sin querer o su forma de hablar, pero pueden sentarte mal.
Por otro lado, estoy acostumbrada a ir a restaurantes donde te dan una carta en la mesa y tranquilamente puedes elegir lo que pedir. Pues aquí no hay carta. Te lo dicta el camarero y tienes que elegir en el momento. Si quieres saber lo que te van a cobrar y que no sea sorpresa, tienes que levantarte y entrar al salón, donde tienen una lista de precios en un tablón de anuncios... Para lo que cobran ya podrían elaborar e imprimir cartas como en todos los restaurantes, porque el sitio barato no es
Todo estaba buenísimo, las vistas geniales, pero la estrella era el café. Técnica perfecta, granos de calidad, cantidad de espuma decente y sabor ideal. Me ha recordado a mis tiernos años en Italia. 10/10
Excelente sitio para comer o cenar con niños. Muy buena comida a buen precio y con muy buen servicio.
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