Fuimos a cenar en pareja para celebrar un cumpleaños y tenemos que decir que todo estuvo muy bien. La comida, diferente, deliciosa, tanto lo que pedimos de carta como las recomendaciones que nos hicieron. La mesa en la terraza ideal, debido a la situación del restaurante en la parte alta. El servicio bastante rápido y atento. Sólo un pequeño pero: el salón interior de abajo huele bastante a la cocina y hace un poco de calor. Por lo demás todo estupendo.
Localización muy buena, este restaurante está situado bastante alto por lo que tiene una terraza con vistas increíbles.
Los camareros muy atentos y te recomiendan platos fuera de carta, nosotros probamos el huevo a baja temperatura.
La comida muy buena, estamos yendo muchos años ya. La única pega que ponemos es que los platos varían poco, llevamos comiendo los mismos platos años.
En la maita no podéis fallar. He ido ya varias veces y me encanta. Recomiendo mas para cenar por la puesta de sol. Espectacular. La comida pues que decir de ella, estaba todo riquísimo. Por ponerle un pero tengo q decir que el camarero que nos atendió no se si es porque tenia prisa por terminar el turno pero era muy insistente(lo típico que te sientas y te dan un tiempo para que veas la carta y pienses un poco lo q vas a cenar) pues iba demasiado rápido y no podíamos degustar la comida. Pero por lo demás todo perfecto. Recomiendo que vayáis de septiembre a junio, hace un calor terrible pero con un copón de tinto de verano se disfruta.
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