Juan María Álvarez García
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Buen sitio para comer, y también tienen una terraza para tomar unas copas de chill. La comida en general muy buena, probamos muchas tapas y la Smash burguer (totalmente recomendable), junto con el brioche de carrillada y de postre un bizcocho con Kinder. El resto de tapas fueron: los dos tipos de croquetas (olvidé las fotos jeje), salmorejo (un poco picante, quizá mucho ajo, aunque a mí me gustó aún así), ensalada Thai (lo más flojillo para los que comimos), lagrimitas (crujientes y con una salsa muy rica), ensaladilla (algún toque dulce le hubiese venido muy bien, para darle más personalidad), papas bravas (muy picantonas, super ricas, y tapa muy generosa) y un risotto de carrillada y roquefort (combinación con un contraste curioso, que me encantó también).
El servicio fue rápido, teniendo en cuenta la gente que había y todo lo que pedimos. Reservé con The Fork, y me modificaron dicha reserva sin problema, muy amables. Me gustaría volver para probar otros platos/tapas.
Me ha sorprendido para bien :) Fui con mi familia y nos gustó a todos. La carta no es muy extensa pero si variada. El lagartito muy rico, las croquetas de chistorra me encantaron y el tartar de salchichón me sorprendió mucho (y venía en un plato precioso). Nos atendió Támara y nos sentimos muy a gusto. Hay cosas de la carta que quiero probar así que volveré pronto.
Todo muy bueno, probamos varios platos (tapas) y todos estaban muy bien elaborados, la tarta de queso Payoyo insuperable.
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