Es un mesón de barrio donde se come bien y a buen precio. En invierno se suele comer dentro del local, incluso ahora en verano, pero con el calor la mayoría preferimos sentarnos fuera. Las mesas las tienen enfrente del bar, en un parque. Mantienen la distancia de seguridad.
El servicio es rápido y bueno y los camareros muy amables.
Cocina típica andaluza económica y buena. La tapa de solomillo al whisky, grande y exquisita.
Se come muy bien, te sirven la comida muy rápido tanto para comer allí como para llevar. El serranito con alioli espectacular, aunque nos gusta todo lo que sirven.
El trato del personal es muy bueno, sobre todo Jose Antonio es muy amable.
Lo recomiendo si buscáis un sitio para comer que no sea caro, con buena comida y buen trato.
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