Es una experiencia alucinante.
Escogimos el menú completo y cada plato es mejor y más sorprendente que el anterior.
No destaco nada porque todo es sobresaliente. Lograron que hasta un anticebolla como yo, se comiese un "pastel" de cebolla... ¡y me gustase! La mezcla de sabores, el cómo preparan todo delante del comensal, la amabilidad constante del servicio. Todo es un 10.
El local es una preciosidad, y el reparto de las mesas es el adecuado para que, aunque esté lleno, no haya sensación de ruido.
Un detallazo de Alberto Chicote el ir saludando mesa por mesa. Más allá de ser un gesto, le pone interés a lo que los clientes dicen. Un señor encantador.
Conviene reservar con tiempo, ya que miré a principios de julio y no había ya hueco hasta el primer fin de semana de agosto.
Merece la pena está experiencia. Enhorabuena a todo el equipo.
Virginia Jimenez Pérez
+5
Te sorprende desde que entras por la puerta.
Lugar agradable completamente lleno con una acústica fantástica, pues no parecía que hubiera gente. Distancias entre las mesas y disfrutando de un espacio completamente diáfano donde podíamos disfrutar de la cocina en vivo. El personal se mueve con una agilidad y profesionalidad que da gusto ver cómo todos los platos salen en perfecta armonía como si de una orquesta se tratara. La comida, fue una sorprendente cascada de sabores... Todos los sentidos consigue hacerlos partícipes en lo que fue todo un lujo de composición.
Muchas felicidades por la gran cocina que tuvimos el gusto de disfrutar.
Hasta pronto!
Cuando uno llega a lo más alto no es suerte ni casualidad. Es hacer las cosas con verdadero esmero y pasión y amor a la profesión.
El restaurante es lo más bonito que hemos visitado nunca. Un auténtico sueño!
La atención del personal es exquisita ( especial mención a Fany que no se le escapa un solo detalle además de ser encantadora)
Tenemos un problema de salud en la familia y nos adaptan el plato para que podamos probarlo todo. Cambian la carta cada semana!! Y la comida es de otro planeta!!!.
Tuvimos la oportunidad de saludar a Chicote y es cercano y muy simpático ( así me lo imaginaba)
Pienso ir todas las veces que pueda porque se ha convertido en mi lugar favorito en el mundo para comer.
Cada visita es un auténtico e inolvidable placer para todos los sentidos.
Gracias equipo Omeraki!!!
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