Empezaré por el final: un sitio GENIAL para disfrutar de la comida argentina.
Lo descubrimos por casualidad preparando nuestro viaje a Madrid y fue todo un acierto.
Desde que entras el local te entra por los ojos por su decoración y mensajes que te sacan más de una sonrisa.
La comida muy, muy buena. Pedimos un par de choripanes (la especialidad de la casa) y unas gyozas fritas que también estaban buenas. Lo mejor fue comer con una de las mejores músicas que he oído en restaurantes en mucho tiempo: rock de los 80 y 90...sublime!
El servicio profesional, simpático y muy amable.
Lo dicho. Fue todo un acierto. Repetiremos seguro. 😉
Paramos por casualidad buscando mesa en terraza. El servicio fue bueno, atento y amable. La comida estaba rica... Destacaría la entraña y las patatas que acompañaban los platos. El local es chiquitito, pero muy acogedor. Lo vimos cuando fuimos al baño. Luego nos pedimos unos postres y unas copas. La verdad que estuvimos muy tranquilos y agustito.
Un local muy chulo, retro. Buena música.
Los choripanes están riquísimos.
Hay opción vegana
Yo tome chori Gaucho con salsa de apio para las patatas y vino Malbec.
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