Ir a un restaurante de comida extranjera y encontrar a gente que probablemente es de la nación siempre es una buena referencia de que lo que vas a probar va a ser fidedigno a su tradición.
Un local bonito, amplio y dónde nos trataron muy bien.
Pedimos un refresco de yogur salado (douge se llama) que le encantó a mi acompañante y de principal la parrilla para dos, con dos brochetas de carne picada y una de pollo, ensalada y un pan plano, acompañado de un arroz aromático. Estupendo. ¡Mención especial al especiero que parece tener azúcar moreno, es una mezcla ácida que pega muy bien, ojalá tener en casa!
Y de postre un hojaldre con frutos secos y miel, un baclava
Muy contentos con la experiencia, con ganas de repetir.
Muy buena experiencia. Trato excelente. Comida muy digestiva. Fuimos con reserva previa.
Es un lugar perfecto para probar la comida iraní por su buenísima comida, ambiente acogedor y su buena relación calidad precio. Me gustó en especial la brocheta de carne picada que requiere de un buen chef para que salga bien, también es recomendable la brocheta de pollo, muy suave. No tiene nada que envidiar a los buenos restaurantes de Irán. Solo una pequeña crítica: la comida estaba un poco fría, aun así si paso por el centro sin duda volveré a este restaurante.
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