Visité este restaurante gracias a la ruta gastronómica de “Cenando con Pablo” y la verdad es que tienen unas instalaciones muy chulas. Probamos sus patatas bravas con Alioli y la verdad es que nos sorprendieron a todos mucho. Hicimos una comparativa con el mejor sitio de bravas de Madrid y salieron ganando. También probamos las croquetas de jamón, tamaño grande y muy buenas. Volveremos a probar más platos en un futuro.
El menú degustación muy bueno, a un precio económico si contamos la cantidad y calidad de los platos. Aparte comimos unas ostras acevichadas de 10. El local tiene una decoración de los años 80 diferente y original, con un emplatado sorprendente. No hubo ningún plato que me disgustara. Si me tuviera que quedar con tres del menú degustación serían las patatas (muy ligeras), las croquetas (mejor que las de la abuela!) y el solomillo. Salimos a unos 40-45€ por persona comiendo, muy comedida "la dolorosa" (curiosa manera de presentar la cuenta). Me sorprende que no tenga una nota más alta.
Fantástica experiencia, un menú de 10 a un precio realmente genial.
La atención maravillosa, una gran atención y simpatía a raudales.
El ambiente ochentero muy logrado, música de esa década y con el volumen perfecto.
Para repetir. Ha superado mis expectativas.
¡Un lugar increíble! Todos los platos que probamos estaban realmente buenos y la
atención fue MARAVILLOSA.
La decoración y el ambiente con música ochentera también sumó muchos puntos.
Volveremos para probar más platos. 😋
Un ambiente único y original, es como viajar en el tiempo o meterte en esas pelis de estética Almodóvar. El menú es espectacular, de los que sacia (al menos para dos personas) y súper original. Sin duda alguna tenéis que probar el Tartar de atún en canelón frío de remolacha, con teriyaki, mayonesa de wasabi, holandesa y katsuobushi y las Croquetas Madrid-Barcelona.
María José Palacios Gómez
+4
Todo está inspirado en la movida madrileña: la ambientación del local, la forma de servir los platos, la carta, los nombres de los platos. Muy original y muy chulo.
El servicio es muy correcto y la calidad de la comida muy buena. Las cantidades no son excesivas, pero en absoluto te quedas con hambre.
Una buena opción para ir con amigos o en pareja.
Aunque es un poco menos cómodo, recomiendo sentarse en la barra. Está más ambientado y los chicos que están preparando los platos son encantadores y te los explican y te ayudan a escoger.
Una nueva propuesta gastronómica llega a Madrid, desde que entras a este restaurante te sientes como en una película de Almodóvar, llena de colores en cada una de sus paredes, barras o detalles de la decoración.
Los platos son únicos y tienen una vuelta de tuerca que los hacen muy especiales, eso si, las raciones son un poco pequeñas, hay que pedir varias raciones para quedar satisfecho.
Las croquetas de jamón con guiso de pollo excelentes, la burrata con tomates asados muy suave y a falta de un poco más de tomate, el cochinillo de los mejores que he probado, crujiente, nada graso y con un sabor intenso, ya de remate el Saam de pollo con curry muy bueno.
Sin duda una buena alternativa para salir de la rutina y degustar nuevos platos, muy rico pero nada barato, pero la calidad de sus productos, la atención de la gente y su propuesta gastronómica los valen.
Listos?....👉🏻Al ataque!!!
Jose L Vazquez O “Jos”
+4
Restaurante que huye de los convencionalismos...la estética del local recuerda a una hamburgueria americana con mesas sueltas y una barra central a modo de japonés rodeando un lugar de cocinado ocasional. La carta es asequible en precios,con un menú degustación de 34 euros que permite probar un poco de todo. Los platos no son nada pretenciosos,recetas sencillas aunque bien presentadas con introducción de alguna técnica de vanguardia como las esferificaciones de aceituna o la espuma de Ali oli en las patatas Massiel.La carta de vinos justa y adecuada,con algunos vinos poco conocidos.La cerveza estrella damm de barril, aunque parezca mentira, estaba a la altura,muy bien tirada con un toque tostado que recordaba a la 1906 (salvando las distancias).
Del menú destacar el bocadillo de calamares con pan negro y sin duda el sabor del mascarpone del postre...la aceituna curiosa en paladar si no has probado nunca una esferificación aunque por el salado del gusto a anchoa os recomiendo que la estalleis con la boca cerrada contra el paladar cerca de los dientes y no cerca de la garganta.
Posiblemente no sea un restaurante para repetir a menudo pero si queréis sorprender a alguien con algo diferente o acercaros a la cocina de autor sin tener que pagar precios astronómicos, sin duda apostar por está opción es un acierto seguro
Estuve aquí en un coctel de empresa y fue genial, el restaurante están dentro del Hotel Axel. El Maitre y los camareros muy atentos, amables y profesionales. La calidad de la comida fue fascinante, elaborada y con un sabor espectacular. Volvere y lo recomendaré - Depues bajamos al Club Bala Perdida, en el sótano del Hotel Axel y fue muy agradable, ademas de que el lugar es genial!
Pedimos varias cosas para compartir y A CUAL MEJOR !
Que bien descubrimiento, solo espero que más gente pueda disfrutar de sus sabores y elaboración tan única, especial y además, QUÉ PRESENTACIÓN !
Tartar de atún con remolacha (top)
Tiradito de salmón con salsa (sabe bastante a pescado / alga)
Espárragos con jamón Serrano y una salsa que si mal no recuerdo era como sobrasada ligera ( MUY TOP)
Calamares (nada grasientos y llevan la yema del huevo empanada también !!)
Plato Estrella : Arroz con el hueso , una locura !!! Lo recomiendo para compartir
Postres:
Melón mojito ( fanático para refrescar !)
Tarta de queso ( OTRO ROLLO… estilo un poco helado y de chocolate blanco con avellanas)
El lugar es top, colores, estilo… y quien nos atendió, Yorgos fue correcto agradable y con muy buen trato.
Está al lado del METRO ATOCHA / ANTON MARTIN , tienes parking y zona de pago.
( ATOCHA 49)
Buen lugar para comer de tapas. Platos elaborados con toque del chef. Muy ricas las aceitunas que se representan como esferificaciones, igual que las patatas Massiel. Música de la época de la movida madrileña puesta de continuo. El trato muy amable. Lo tienen dividido en varias partes, una como restaurante, otra como bar de copas. En verano si continúas hacia dentro del edificio puedes coger un ascensor que te lleva a la azotea del hotel Axel, que es un bar de copas al aire libre con buenas vistas de los tejados de Madrid. Muy adecuado para tomar algo por la noche en las calurosas noches de verano madrileño.
Alejandro Infestas Blanquiño
+4
Un sitio diferente, donde la comida no sabe cómo parece y esta riquísima los camarer@s son súper simpáticos y agradables donde se respira buen rollo y con música que ya no se suele escuchar.
Comida buena y muy original. Servicio sobresaliente. Música años 80 cuyo volumen no molesta.
Francisco Gabriel Sánchez
+4
Muy buenas la ensalada se burrata, las croquetas, las patatas bravas y… el falso bocadillo de calamares… y no olvidar la tarta de queso con chocolate blanco
Riquísimo!!! Cena: ensalada de burrata, tartar de atún, no bocata de calamares, croqueta de callos, y chuleta de ternera con arroz y tuétano. Postre: manzana, melón mojito y kisskake compartido en IG, jjjjj. Madre mía, qué exquisitez! Y atendidos estupendamente por Juan. Nos encantó!!!
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