El local tiene muy buen ambiente, hemos ido a mediados de octubre y tenían ya la decoración de Halloween, lo cual le da un toque divertido. El personal ha estado atento y amable, aconsejando sobre alergias y con un trato agradable, además de ofrecernos añadir unidades a los platos para poder dividirlo entre 2. En cuanto a la comida, todo lo que hemos pedido ha sido un acierto. La cebolla del entrante practicante se comía sola, y no era para nada aceitosa ni empalagosa. Las alitas tenían un toque picante agradable y una cantidad de carne sorprendente, y en cuanto a los principales, la Short Rib es de las mejores que he probado, el toque ahumado se notaba en cada bocado y el lacado de la salsa barbacoa era agradable pero no invasivo en el sabor. El beef bone ha sido toda una sorpresa, y la salsa que lo acompañaba potenciaba el sabor y permitía romper la monotonía del sabor de la carne. Los postres también han estado a la altura, la Pie de la tía Margaret estaba recién hecha, calentita con un helado de canela encima que gracias al calor se iba derritiendo aportando el sabor de la canela al conjunto, y dando un contraste de temperatura frío/calor en cada bocado. La Carrot Pie también es todo un acierto, jugosa con una crema de mantequilla increíble que acompaña en cada bocado. Sin lugar a duda repetiremos experiencia cuando estemos de nuevo en Madrid, totalmente recomendado.