Restaurante en un entorno muy agradable. Muy buena atención por parte de sus trabajadores, la comida muy sabrosa. Sólo quiero puntualizar que para los precios que tienen ( a mi entender ,caros ), podrían presentar las mesas con mantel y servilletas de hilo, no esos manteles de papel y servilletas de picnic. Además, si pagas una factura (que creo un tanto elevada) en el restaurante, me parece que por gentileza, el aparcamiento dentro de su propio recinto debería de ser gratis. Pequeños detalles que hacen repetir o no.
Lugar recomendable por la zona para cenar de raciones o con hamburguesas. En nuestro caso una celebración para 20 comensales en una terraza amplia y bien atendidos.
Todas las raciones ricas y sabrosas, como la morcilla sobre una cama de tortilla, inclusive crujientes de pollo( fingers que podría ser lo más flojo, estaba rico). Croquetas muy sabrosas,al igual que la cazuela de huevos rotos con jamón.
Los torreznos son muy llamativos, pero creo que con mucha presencia de parte grasa.
A destacar también el postre, se pidió dos tartas, una de zanahoria, correcta y una de queso, tremendamente espectacular.
Al final eche de menos que nos ofrecieran un café o similar para acompañar los postres, y un exceso de prisa para montar las mesas de nuevo cuando se fueron parte de los comensales.
Restaurante muy agradable. Estuvimos cenando y todas las raciones que comimos estaban muy ricas. La terraza dispone de mucho espacio donde los niños pueden jugar y disfrutar al aire libre. Adrián fue la persona que nos atendió y fue muy amable y profesional con nosotros. Lugar para repetir sin duda.
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