El restaurante es monísimo pero la terraza no puede ser mejor. Ubicada en el jardín de un palacete en medio de Madrid. Carta suficientemente extensa y con opciones muy parecidas a otros restaurantes pero con un punto diferentes. Todo lo que tomamos estaba buenísimo, con especial mención a los huevos rotos con pisto que estaban para morirse. Además tiene productos propios como embutidos y vinos de buena calidad. Los precios son muy adecuados y actualmente tiene un descuento con el tenedor que hace que se quede aún mejor. Buen ambiente y buen servicio. Es un sitio para volver.
El local está muy bien, tiene varios ambientes, pero la terraza está reservada para eventos, así que si hay alguna celebración te ponen dentro. En nuestro caso había un cumpleaños y no pudimos cenar fuera, y dentro había muchísimo ruido. El servicio es muy atento y amable. De hecho, llamamos para decir que íbamos a llegar 20 min tarde y nos mantuvieron la reserva sin problema y fueron muy comprensivos. Cuando llegas te ponen el pan y aperitivo que son 2€, que la verdad me parece un poco excesivo para lo que es. Nos pusieron un chupito de melón y el pan ni lo tocamos. El resto de la comida normalita, nada para tirar cohetes. Pedimos las croquetas, la ensalada Padua y el brioche de matanza. No recomiendo este último, es un mazacote de pan con mantequilla con poco relleno de carne. La decoración es bonita y tienen productos orgánicos, lo cual se agradece.
Arkaitz fernandez sanabria
+5
Salí encantado del sitio. Reservamos para cenar y no pudimos salir más contentos. Local muy amplio, con una terraza en la zona central que ocupa gran parte del local.
Además, en la parte interior hay varias salas más. La comida estuvo muy buena, destacando el entrecot. El steak tartar te lo preparan en mismo momento, al lado de la mesa. El servicio estuvo un pelin lento, pero mereció la pena.
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