La idea es degustar platos diferentes salirse de lo cotidiano y paseando por la calle me pareció una oportunidad. La entrada al local decorado profusamente con telas brillantes y coloridas.,me saca del ambiente habitual al que estoy acostumbrada. La carta me desconcierta porque los imgredientes me son conocidos. El camarero aconseja así que perfecto. Con las bebidas trae unos entrantes aceitunas, pepinos, tomate natural.. Los platos llegan pronto. ARAYES (una fina pizza sin tomate, con doble capa de masa superfina y rellena con sabores especiados) y PINCHO DE TAWOUK dos pinchos de pollo marinado con sal y pimientos y acompañado de un arroz largo ligero) Me sorprendió gratamente en el paladar. La hora de la entrada al teatro estaba menoscabando tan grata experiencia, por lo que decidimos llevárnoslos a casa para posteriormente seguir con el placer. Le pedimos al camarero y nos lo pusieron en bandejas de aluminio para su transporte, junto a pan fino en apertura para introducir dentro cualquier ingrediente. Ni que decir que me pareció muy acertado. En el desayuno del día siguiente fue rellenado de chocolate. Delicioso. Amables, siempre atentos. A tener en cuenta el precio de la bebida. Eleva el importe de la factura.