Alejandro Quintana Rmili
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Lo mejor para bajar el estado de embriaguez después de una juerga. Es una bocatería con bastante opciones, aunque estoy seguro que a más de uno le dará igual el sabor a ciertas horas de la noche. Además de tener precios muy económicos. Solo abren de madrugada y sabrás si han abierto la noche anterior por la cantidad de envoltorios con la que acaba la calle. Solo hay un hombre tomando nota tras la barra aunque es bastante efectivo y rápido.
Bocatas con los que no puedes y bebida a rellenar. Nada tiene que ver con otras cadenas de bocatería a las que se suele ir. EL trato es muy bueno, no excelente, y los bocatas lo suficientemente variados como para que merezca la pena ir en grupos grandes: nadie quedará defraudado con la calidad del local. SItios para sentarse limitados
Esto si es una bocateria, y no los sinverguenzas del pans and company. Vengo casi todos los findes de semana con mis sobrinos, y nos lo pasamos genial, la comida es excelente, y el trato practicamente familiar, los precios...pues mas o menos, no se puede tener tantisima calidad, a un precio tan bajo, pero bueno, a mi me encanta, lo recomiendo
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