Un restaurante que llama la atención desde su fachada, iluminada al estilo oriental. Lugar grande y espacioso, consta de dos plantas con muchas mesas e, incluso, reservados. El personal es amable y te explican cualquier duda que tengas.
Varias sopas a elegir, muchos ingredientes para ir comiendo y una increíble variedad de salsas. Precios ligeramente mas elevados que en otros restaurantes de este estilo del centro, y comida algo sosa, al menos para mi. Pero repetiré seguro.
La experiencia del cocinado es inmejorable y súper divertido cocinar todo en el momento. Comimos de lujo, el precio es muy asequible y el trato del equipo fue genial.
Nos encantaron todas las posibilidades de pasta fresca casera y el rincón para hacerte tus propias salsas. Volveremos sin duda!
Estuvimos cenando con unos amigos y la verdad es que es una experiencia que merece la pena probar. El local es muy amplio, el servicio rápido y la comida bastante rica. Por supuesto, pedimos el hot pot, una de sus especialidades ya que las mesas están preparadas para calentar las ollas. Cuidado con la salsa picante en el caldo porque realmente pica mucho.
Como puntos negativos le pongo el bullicio del local y la rapidez en echarnos de la mesa, pero si os gusta la comida china, es un sitio muy recomendable.
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