Restaurante encantador en pleno distrito financiero de AZCA. Justo debajo de la Torre de Lima. La decoración hace a este lugar algo íntimo y agradable en el que pasar una buena velada con amigos, familiares o pareja. La carta de vinos está bastante bien a mi gusto y la comida que sirven es realmente excelente. Nos pedimos bastante para comer pues nos pensábamos que sería el típico establecimiento con raciones pequeñas, pero nos equivocamos; sirven platos contundentes y muy sabrosos. Nos recomendó el camarero que nos atendió (bastante cordial y amable su trato he de decir) unos noodles de la casa. Creíamos que sería la sugerencia estándar del plato más caro de todos los restaurantes, sin embargo; me dejó sin palabras. Es uno de los platos que recomiendo encarecidamente. Además de ello, también optamos por unos huevos rotos con jamón, que si bien estaban buenos; creo que son imprescindibles si prefieres ir por otros platos mejores del Morao. Como principal, elegí una hamburguesa que llevaba queso Brie fundido con cebolla caramelizada y una salsa que no conseguí descifrar cuál podría ser, pero que sin duda, todos los ingredientes hacían una gran combinación. Por último, acabamos con una tarta de queso que fue lo mejor toda la noche. Si digo que es la mejor tarta de queso que he probado en mi vida, no miento. Y para mi placer, el trozo era bastante grande, con lo cual pude disfrutar de esta reliquia de dulce durante un largo tiempo. El precio es elevado pero muy acorde con el tipo de restaurante que es, la zona en la que se encuentra y sobre todo, la experiencia que te llevas tras el paso por el lugar. Sin duda, un lugar al que volveré.

Buena comida, buena musica. Hacen un menu por 12.5 que esta guay. En esta ocasion comi, huevos con puntillitas, se me paso la foto, y solomillo con salsa de pimienta, buenos ambos. Finalice con gintonic de tanqueray 7 €. Los camareros muy amables los felicito a los 3, buen trabajo (joan, bryan, cristina).