Una heladería gallega cerca a la plaza de sol con helados muy cremosos y untuosos, denotan que su producción es artesanal. Tienen muchos sabores, tanto clásicos como algunos innovadores y sus precios rondan los 4,50€ para las versiones grandes, bien sean de tarrina o cucurucho y de 3,50 Para las pequeñas. Mis sabores favoritos son el de dulce de leche, que es intenso pero sin ser empalagoso, el de plátano es una pasada y el de arroz con leche tiene incluso trocitos de arroz que tienen su encanto.
La atención es correcta, sin simpatía y con un servicio de saludar, servir y cobrar, a mi parecer, les falta entusiasmo a sabiendas que una heladería sueles ser un lugar animado y de disfrute. Siempre regreso por el producto más que por el servicio o el local que es de pedir y llevártelo, aún cuando la decoración es maravillosa. No siempre suelen tener disponibilidad de todos los sabores pero suelen marcarlo en la tabla se sabores e igual puedes verlo en el mostrador.
Heladería artesanal de origen gallego situada en el centro de Madrid. La verdad es que los helados están muy buenos y tienen buena textura.
El local es luminoso y cuenta con una decoración actualizada. La tarrina pequeña nos costó 3,50€ y se le pueden añadir dos sabores diferentes si se quiere, lo que es un punto a favor.
La parte mala es que no tenían mucha variedad y la mayor parte de los sabores que anuncian no los tenían disponibles.
Heladería rica. 🍨🙃
Es una de las mejores opciones que hay por el centro. El helado es generoso y está cremoso, bastante bueno. 👌🏻✨
Ofrecen varios sabores, tanto dulces como de frutas, alguno incluso sin azúcar, aunque es verdad que faltan algunos clásicos.
La tarrina pequeña son 3.50€ pero puedes pedir igualmente dos sabores. Aquí dejo foto de la mía: avellana sin azúcar y chocolate. 🤤
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